Había una vez una niña que dejaba de ser niña, una mujer que no sabía que pronto lo sería, simplemente una criatura que no se percataba de lo que le esperaba cuando soltara la mano de su mami por el sendero de la vida…. Esa era yo… No recuerdo cuándo fue exactamente que comencé a planear mi vida, bueno si es que así lo puedo definir, lo que si sé es que un buen día decreté para mi futuro (que por cierto lo veía inmensamente lejano) que mis 27 años serían la edad perfecta para mi vida ideal. Según mis cálculos serían los 27 años cuando me casaría para formar una familia, tendría ya mi carrera y un buen trabajo… las mismas cosas trilladas de siempre, hace unos días escribí que mi vida parecía estancada justo en el mismo lugar en donde parece que empecé, y que incluso parecía la literalidad de la versión contraria a la buena suerte. No me puedo quejar tampoco, finalmente he vivido, he disfrutado, he hecho muchas cosas, muy a pesar de muchas circunstancias sé lo que es sonreír, sé lo que es soñar, sé lo que es llorar, incluso sé lo que es amar, no cualquiera comprende ese privilegio. En fin, no sé de hecho si éste año será mi año, finalmente muchos de mis ideales están satisfechos, lo único que sé es que aún y que me tarde más tiempo un día voy a tener todo cuanto he deseado para mi.
SI A LO LARGO DE LA VIDA PUEDO DEJAR UNA HUELLA, POR MÍNIMA QUE SEA, SABRÉ QUE VALIÓ LA PENA...
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