Había una vez una hermosa princesa!... divina!.. tenía todo para ser feliz, pero algo le faltaba para sentirse segura de si misma, centró ese hueco en la presencia de un hombre, así que se puso a buscar a su principe azul con mucho fervor... creyó haberlo encontrado algunas ocasiones, pero la verdad es que siempre hacía falta ese click, ese ganchito que dijera de aki soy... y no se dio por vencida... Un día llego un alto y gallardo vaquero... con un aire de soberbia que ocultaba una personalidad noble... alguien que supo mirarla de tal forma que la princesa comenzó a sentir algo más que simple curiosidad por él...
Así pasaron algunos mesesitos, y el vaquerito este se fue metiendo poco a poco en el corazón de la princesa... lo que nadie se esperaba es que el mentado vaquero no supo enfocar bien su personalidad o sus sentimientos, es algo que aun nadie sabe... la princesa como quiera lo amaba con toda su alma... le sufria, lo esperaba, lo reia y siempre todo lo aguantaba... pero el vaquero simplemente fue corrompiendo su corazón...se volvía cada vez más soberbio, orgulloso y engreido... mentiroso y hasta habil para hacerlo... que tristeza... mientras todo el pueblo notaba lo malvado que el vaquero se estaba volviendo la princesa seguía creyendo ciegamente en el...De repente las mentiras se volvían cada vez mas grandes, y al vaquero se le hacía fácil rechazar a la princesa... pero que atrevimiento!!! rechazaba a la realeza... haciendola a un lado de su vida, de sus planes... en su pequeño mundo sólo había cabida para el mismo... decepcionante... simplemente la sacaba poco a poco de su vida...
Pero un buen día.. la princesa cansada de tanto esperar, luchar, y aguantar... se dejó caer presa de las lagrimas, desesperada porque no sabía que más hacer para rescatar a su vaquero... se sentía impotente pues ella lo seguía amando... o eso creía... sus lagrimas y lamentos llamaron la atención de un peculiar personaje... que muy lenta y cariñosamente se acercó a ella....
-Hermosa princesa, eres tan linda.... - le dijo... La princesa levantó los ojos y lo que vieron no podían dar crédito.. un hombre por demás extraño, pero le transmitía toda la paz que hacía mucho tiempo no sentía... su mirada le dio tranquilidad, alegría... una sensación que ella misma reconoció haber olvidado... ese vaquero.. de pronto dejó de ser el gallardo y engalanado hombre...
Días después la princesa dejó de preocuparse por el vaquerillo aquel, vive feliz un sueño del que anhela despertar para volverlo realidad... a lado no del principe azul... pero si el de sus sueños...
A veces la vida nos da las mejores oportunidades que tanto pedimos, nos pone a las personas adecuadas para lograr nuestros cometidos y satisfacer nuestras necesidades emocionales... aquel vaquero padecia carencias de amor, se sentía tan vacío que necesitaba con urgencia encontrar a una mujer que le hiciera valorarse y sobre todo que con amor y dulzura lo sanara de sus heridas, pero su soberbia y arrogancia no lo dejaron ver todo lo que la princesa en su bondad hacía por el... así que la vida se encargó de quitarsela, y a ella la recompensó por arduo e invalorado trabajo...
No podemos dar por sentado que las personas a las que queremos siempre estarán allí dispuestas para uno, tarde que temprano la fuerza de una sola persona ejercida para cambiar algo termina por agotarse... si no valoras lo que tienes, no te sorprenda que otro venga y lo haga por ti.
La vida da muchas vueltas... pero si resulta que en esas vueltas no eres capaz de cambiar entonces las cosas malas seguiran llegando a tu vida, hasta que aprendas... pero si haces el esfuerzo seguramente serás capaz de encontrar a esa persona que llene tu vida, tus espacios.. que te haga inmensamente feliz...
Voy a cerrar este post con las siguientes palabras en honor a la "prima de una amiga"... EL QUE JUEGA A QUE LO EXTRAÑEN... CORRE EL RIESGO DE SER OLVIDADO..."
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