Pues como todos saben de vez en cuando me
sale lo serio y formal, y esta vez hablaré de un asunto realmente importante,
la VIDA, pero no de forma retórica, sino literalmente de una de las formas en
que podemos regalar vida, el trasplante de órganos. Y no, no esperen que les
hable de estadísticas, hablaré desde el lado humano, no numérico.
Es un tema muy sensible y lleno de
sentimientos encontrados, pues aunque muchos se pronuncien pro donación de
órganos, a la mera hora siempre es algo muy complicado, y no hablo del donante,
él/ella como quiera ya vivió con la convicción de hacerlo, hablo de la familia
o amigos o pareja. Son ellos, en el 99% de los casos quienes se debaten entre
respetar o no tu decisión.
La donación de órganos es completamente
voluntaria, es decir que forzar a donar órganos es un delito, lo que deriva en
tráfico de órganos que bueno es uno de los delitos más graves sí, pero también más
a la alza; lamentablemente nuestro cuerpo tiene al menos 10 órganos vitales básicos e indispensables a donar, más no son
los únicos, pues también sé que se pueden donar piel y hasta huesos y es más,
ya se han realizado trasplantes de brazos, pies, etc… pero bueno dejémoslos en
10 vitales. El problema de ese número es que un cuerpo potencialmente donador
solo puede ayudar pónganle a 10 personas, y las listas de espera de quienes
necesitan un órgano es enoooorme… hay muchos miles de personas esperando una
oportunidad.
Ahora agreguemos que por cada persona que fallece el número de órganos
a donar puede disminuir por algún mal previo, o porque no todos esos órganos
quedaron útiles. Ahora súmenle que no todos tienen la voluntad de donar… y así
con todos esos contras hay muchas personas que mueren esperando un trasplante
mientras que muchas otras mueren sin ser donadores.
La ley nos dice que desde que nacemos ya
somos donadores en potencia a menos que manifestemos lo contrario, por ello es
que es importante crear una conciencia de donación y culturalizar a la sociedad
sobre el tema. Debes estar consiente que, como lo mencioné al principio, aunque
tu vivas con la convicción de hacerlo cuando llega el momento el paquete de
decidir ya no es propiamente tuyo, sino de tu familia o allegados. Es por ello
que se han creado diversos programas que protegen tu decisión; fundaciones que
están enfocadas a orientar sobre el proceso y que también ofrecen orientación
psicológicas para los deudos.
Hace mucho tiempo hablé con un familiar que
por respeto no mencionaré su nombre, sobre su voluntad de dos cosas en caso de
que muriera, la primera era donar sus órganos y la segunda lo que tenía que ver
con sus restos… unos años después y sin que nadie lo esperara murió, y con
tristeza les comento que sólo se cumplió su segundo deseo. Sin embargo el sólo
tenía la voluntad expresa sobre su deseo, nunca se hizo de ningún documento
jurídicamente válido que autorizara esa donación, y sus padres y hermanos se
negaron por completo a “desmembrarlo”… y así tristemente se fueron 10
oportunidades.
Es muy importante que te informes porque
muchos tienen la falsa idea de que quedarás como un costal de nada o
“desmembrado”, falso!!! Precisamente por guardar el respeto y la dignidad no
solo del fallecido sino de sus deudos, se toma únicamente lo que se requiere
del cuerpo o lo potencialmente útil y el resto se maneja estéticamente para que
no haya algún efecto sentimentalmente negativo en los allegados.
Además en las instituciones de donación de
órganos oficiales respetan tu decisión en cuanto a qué donar, pero
profesionalmente te orientan a saber que la donación de absolutamente todos tus
órganos representan más posibilidades de salvar más vidas, aunque la decisión
al final es simplemente tuya.
Si ya estás decidido a ser un donador, te
sugiero que formules una carta poder a alguien que sepas que va a respetar tu
voluntad, algo así como un testamento, podría ser un representante legal ajeno
a tus allegados, pues de alguna manera eso garantiza que tu postura será
respetada aún en contra de tus familiares o allegados. No digo que sea malo
confiar en ellos, pero cuando te enfrentas al sentimiento de perder a alguien
en la muerte y pensar en donar sus órganos es difícil, y aunque puede parecer
absurdo para muchos pensar en no hacerlo, los sentimientos a penas se
comprenden cuando estás en la situación. Por ejemplo, mi mamá me hizo firmar
una carta como su representante legal para no admitir sangre (es Testigo de
Jehová) y por qué a mi? Soy su hija y el hecho de saber que estuviera al borde
de la muerte me puede mover a no respetar su decisión de no admitir
transfusiones de sangre con tal de verla viva, bueno no considero que lo haya
hecho porque yo sea insensible, más bien me considera muy fuerte, y sabe que
además de ser su hija y que respeto su palabra, también soy abogada y que protegeré
ese derecho con uñas y dientes. Pero por si las dudas, también autorizó a otras
personas ajenas a su familia y a mi.
El caso de este ejemplo es que siempre es
bueno concientizar en contar con alguien que sea lo suficientemente confiable y
neutral para saber que va a respetar tu voluntad con todos los derechos que la
ley te otorga.
En fin, podría darles infinidad de ejemplos
o hablar y hablar del tema o de múltiples razones para ser donador de órganos,
pero no acabaría tan rápido, sólo pediré que pienses y medites sobre los casos
que están en lista de espera, de esos niños que por azares de la vida nacieron
con males congénitos, esas personas que anhelan vivir; y
si por alguna razón que Dios ni la vida lo quieran, dejes listo el camino para
darle vida a alguien más.
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