1 de Abril de 2001... el día que llegaste al mundo... aun recuerdo el momento en que te vi allí caminando errante, el moño que cargabas en la espalda era más grande que tu mismo, pero en cuanto te sostuve en mis manos, y nuestras miradas se cruzaron supe que estaríamos juntos por siempre.Tus pequeños ojos me miraron entregandome esos destellos de cariño desde el primer segundo... me aferre a ti, a cuidarte, protegerte, procurar tu crecimiento, y de pronto tenía un compañero... el mejor regalo que que la vida me había dado..
Trece años han pasado desde que llegaste a mi vida, trece años colmados de momentos, buenos, malos, angustiantes, alegres, de risas, de lagrimas, de tus patitas buscando mis abrazos cuando llego a casa, de tus caricias cuando estoy triste, de buscar mi amparo en las visitas al veterinario, de tus múltiples formas de protegerme, hasta de advertirme que me van a romper el corazón, de defenderme de los malos, pero aliandote con mi mamá al momento de los regaños, porque siempre fuiste un cocker de cuerpo pero con la valentia de un rotwailer... Nadie que pretendiera hacernos daño podría contemplar si quiera acercarse contigo mi lado.Trece años y parecieran un suspiro, hoy ya no eres el cachorro que buscaba consuelo de sus dientes con mis zapatos, ni aquel cachorro que de un salto te metias a la cama a seguir durmiendo conmigo cuando mi mamá se iba a trabajar, hoy eres un perro maduro, y aunque los años comienzan a hacer su efecto sigues siendo ese compañero que llegó a mi vida para hacerme siempre muy feliz.
Eres mi hijo peludo de cuatro patitas... mi bebé, mi niño, mi cachito de cielo... y hasta el ultimo momento estaremos siempre juntos...
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